

Un Lugar para dormir...
Nuestro Beagle necesitará una manta o un cojín para dormir que colocaremos en un lugar especial para ellos, donde puedan retirarse cuando estén cansados y quieran dormir. Su rincón debe estar protegido de las corrientes de aire, sintiéndose seguro y sin la posibilidad de ser molestado. Cuando le castiguemos por algo, no debemos nunca llevarle a su rincón, pues entonces interpretaría que es un lugar de castigo y no se sentiría entonces protegido
Nuestro Beagle a buen seguro será más feliz si sabe que le tratamos como a un perro, y más si conoce cuál es su puesto dentro de la jerarquía que compone su manada, sin tener que verse en la obligación de competir continuamente con nosotros para mantener ciertos privilegios que a buen seguro no le corresponden.
Para indicar al perro que somos de rango superior a él deberemos seguir unas pautas que no son otras que las costumbres y la forma de actuar que en la manada el perro líder sigue :
-El líder duerme donde quiere y no comparte su lecho. Es contraproducente por tanto dejar al perro dormir en nuestra cama o en sillas y sillones. Él debe entender esos lugares como nuestros y debe respetarlos. También es bueno de vez en cuando retirarle la cama. Que vea que nosotros manejamos su cama, que se la quitamos y se la devolvemos. Incluso, es bueno que, si podemos, nos sentemos en su cama.
-El líder come el primero y lo mejor. En consecuencia deberemos dar a nuestro perro de comer siempre el último. Cuando ya hayamos terminado nosotros y hayamos recogido la mesa es el momento en el que él come. Y especialmente es importante nunca darle de comer cuando el perro nos pide.
-El líder siempre gana en los juegos, si le apetece jugar, claro. Aunque alguna vez le dejemos ganar para que no pierda interés en jugar, serán muchas más las que nosotros ganaremos. Por eso es importante no jugar al juego de tirar si tenemos un perro grande y fuerte. El juego además empezará cuando queramos nosotros y no cuando él nos lo pida, y nosotros lo concluiremos, para ello estaremos pendientes de dejarlo antes de notar cansancio en él.
-El líder pasa primero siempre. Si observamos una manada de lobos o perros veremos que el líder va siempre el primero seguido del resto. Nosotros pasaremos por tanto siempre los primeros por las puertas, pasillos etc. Si queremos ir hacia algún sitio y el perro nos lo impide le indicaremos que se aparte o se levante si estuviese sentado o tumbado. Si no lo hiciese entonces le apartaremos nosotros suavemente.
-Al líder siempre se le responde a sus demandas de afecto. No siempre que el perro nos demande afecto debemos dárselo. Es bueno que muchas veces le ignoremos. No por ello va a sufrir. A cambio, cuando a nosotros nos apetezca, nos acercaremos a darle mimos. El perro al que no se le da afecto cuando lo pide es el perro más cariñoso con su dueño.
-El líder siempre demuestra que es líder.
¿De qué sirve que el perro se siente o se tumbe cuando se lo mandan? Podría parecer un abuso inútil, una limitación de su libertad. Pero no es así. Ante todo el perro que, desde joven, aprende a sentarse y tumbarse, adquiere la buena costumbre de acatar la voluntad de quien está por encima de él y a someterse en el plano social. Además con estas dos órdenes es muy fácil distraer al cachorro cuando está a punto de desobedecer o de cometer alguna travesura
El perro debe permitir sin problemas la práctica diaria del aseo (cepillado etc). Al ser superiores en rango tenemos el derecho a hacerlo y debemos además imponernos al realizar estas prácticas.